viernes, 24 de abril de 2009

Pretty Little Neighbor.

Anda tú. 

No creas que no se interpretar tus sonrisas cada vez que logramos vernos frente a la ventana. Tú en tu apartamento, y yo en el mio, sintiendome más sola que nada. Dejas las cortinas abiertas, como para hacerme notar, que tú también estas tan solo como yo?. 

Te sientas en el sillón azul, que desde hace unos meses has colocado frente a la ventana, la abres, y finges (sí, finges...no creas que no me doy cuenta), que lees un libro de Becker con interés en demasía. Y yo, finjo regar las plantas de mi pequeña terraza, para después sentarme en mi igual de pequeña silla, abrir mi cuaderno y comenzar a escribir una serie de oraciones que sé que nunca llegarán a tus ojos. Y no porque sea imposible...es solo que nunca te las enseñaría. Nunca me atrevería a hacer que notes lo excesivamente interesada que estoy en tí...y en tus andares particulares.

Muchas madrugadas te he visto acostado en aquel sillón azul...parecería que tu amplia cama de edredón perfectamente blanco, es demasiado espacio para tí. Me hace pensar que compraste esa cama King Size, esperando que alguien la compartiera contigo. Y si esa fuera yo? y si te acompañara a leer ese libro de Becker todas las tardes? es más, y si te lo leyera yo?...y si tú regaras mis plantas?. 

No. 

Eso le quitaría toda la perfección a nuestra cási inexistente relación, querido. 
No habría más misterio, porque ya lo conoceríamos todo uno del otro...ya sabría qué parte de tu cuerpo es la más sensible, qué comida te gusta, y cualquier otro detalle, que se supone, todo enamorado debe saber del otro. Y en ese caso, ya no me quedaría espacio para imaginarme nada, ni para hacerte tan perfecto como te veo en cada visión inventada que tengo de tí. Y probablemente, si pensaras lo anterior de mí, te darías cuenta de que yo tampoco soy tan perfecta, y que soy una simple mortal...intentando imaginarse a lado de otro, como para completar su existencia. 

Dejémoslo así. 
Tú en tu apartamento gris, y yo en mi apartamento color azul. Tú con tu libro de Becker, y tu sillón azul, yo con mis plantas y mi cuaderno. Y la cama quedará ahí, intácta como en muchas noches, y tú, esperando a alguien que te haga sentir pleno...que completa tu existencia, y que hará que tu cama deje de ser tan vacía, y tan grande. 

Sígueme sonriendo...encántame, hechízame, enamórame. 
Y más rápido de lo que te imaginas, me tendrás ahí, a lado de tí, en ese sillón azul, aunque eso le quite la magia al misterio. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario